De lo que no quieres ser cuando seas grande (LEV)

19:17

No nos toca pero tengo que empezar por aquí para que al final se ejerza el cambio.


Como ya vimos en el post introductorio de LEV (La Escuela de la Vida) y como todo en la vida tiene un inicio, vamos a empezar por el principio. Bienvenido a esta primera entrega de LEV en la que ni siquiera empezamos hablando por nosotros mismos.

Hoy entendí algo. 

Este blog y todo lo que escribo en él (osea yo completa) se trata de inconformidades. En la página en la que puedes leer algo más sobre mí y sobre toda esta locura, te cuento que principalmente escribo para hacerte salir de la rutina porque es precisamente eso lo que escribir hace en mí. El punto es que este blog no se limita a eso. Es mucho más. Y haciendo un análisis un poco más exhaustivo del tema me doy cuenta que nada de lo que tengo a mi alrededor me conforma. Ni la universidad, ni el trabajo y mucho menos los estereotipos que se han creado, y con los que hemos crecido, de nuestro proyecto de vida.

La cadena se rompió hace años pero déjame mostrártelo y lo entenderás.


La generación que nos antecede vivió y sigue viviendo los estragos de hacer planes para un mundo idealizado. Me refiero básicamente a estas personas que suponían saber cuáles eran los pasos a seguir en el momento en que se plantearon cómo ganarse la vida…

Ir al colegio y llevar una etapa de no muchas variaciones en notas pero que al final te alcanza para lograr la beca a la universidad. Eso en el peor de los casos. En el mejor, el dinero no es un problema. Entrar a la universidad y entonces sí destacarte por ir a clase y entender y hacer los trabajos y llegar al final de la carrera. Graduarse. Pero como desde pequeños nos dijeron que un diploma no es suficiente para financiar el estilo de vida con el que tanto soñamos, decidimos seguir la cadena de acumulación de títulos. Siguen las especializaciones, posgrados, maestrías, doctorados y todo el juego de rellenar la pared del estudio de la casa. Llega por fin el tan esperado momento de dejar de atafagarnos de libros y cafés, por tantas noches sin dormir, y que el esfuerzo sobre humano que se hizo empiece a dar frutos.

Pero es cuando llega el momento en que te estrellas.


La burbuja explota y te das cuenta que aunque el desempleo haya "disminuido" a una cifra en este país, está desactualizado el concepto de “trabajador” y más aún cuando eres de la gran mayoría con perfiles sobrevalorados a los que las empresas les huyen.

Básicamente lo de sobrevalorados se debe a que muchos empresarios o jefes no quieren que sus trabajadores sepan demasiado, ya que esto puede ser un deshonor o un problema para ellos. De esta manera, buscan perfiles bien preparados, pero en ningún caso con una preparación excesiva.

Primer error. Ya estás muy preparado.


Por este motivo, cada vez son más las personas que tienen que quitar méritos y títulos de sus curriculum, con el objetivo de hacerlos más atractivos hacia los jefes y por ello tener más opciones para conseguir un puesto de trabajo. Es decir que tienen que quitarse medallas, con el fin de rebajarse a la media.

¿y cuánto te costaron esas medallas, MBA’s, doctorados…?

Segundo error. Perdiste tiempo (y dinero).


Digamos que logramos arreglar (en el papel) el tema del perfil que busca una empresa y hacerte el candidato perfecto para el cargo al que aspiras. Pero, y aquí va el pero, no cumple tus expectativas económicas. Es decir, ni siquiera pesa comparado con la inversión de los años de estudio atrás. Es lo que hay.

Tercer error. Nadie está dispuesto a pagar tu esfuerzo.


Entonces te ves inmerso en un trabajo de medio pelo en el que a duras penas aplicas lo visto en tu pregrado porque más que todo se trata de seguir los procesos que ya te aprendes de memoria. Sigues el ridículo horario de 8 horas semanales y te vuelves mago al intentar llegar a fin de mes sin hipotecar al perro que a esta altura es lo único verdaderamente tuyo. (O ni eso).

Cuarto error. Te preparaste para el futuro de tus abuelos. Y claro, sigues viviendo en la casa de tus padres.


Fue, masomenos, lo que le pasó a Hugo y a Braulio. Los protagonistas de este primer capítulo.

Básicamente lo resumido arriba es la vida de un par de amigos que sólo sirven como muestra (cómica pero realista) para darnos cuenta de lo que realmente pasa cuando ves el mundo exterior.

Dos jóvenes universitarios que, hartos de una España incapaz de darles trabajo y un futuro, deciden emigrar a Alemania para comenzar allí una nueva vida. Pero pronto descubrirán que sobrar en un sitio no significa ser necesario en otro y que perseguir el sueño alemán puede tener mucho de pesadilla.


Esta película es el primer ingrediente de mi educación sentimental y que me ayudó a cambiar el chip en mi cerebro de la percepción que tenía en cuanto a un futuro profesional.

Es una producción española que se estrenó en el 2015 pero yo la conocí hasta este año y todo gracias a las recomendaciones de Netflix por haber visto otra película. Básicamente una comedia que te da más de lo necesario para aprender acerca de lo que se viene.

No te voy a spoilear la historia porque quiero que la veas por ti mismo pero voy a darte las razones.

En la sinopsis nos mencionan varios factores:

- La realidad para los que vivimos en países tercermundistas o no considerados potencias mundiales de que la oferta se enfoca hacia empleados promedio sin capacidad para avanzar más allá de lo permitido.

- La realidad de la migración de profesionales hacia otros lugares sin garantías de que la cosa mejore y con todas las de perder siendo un extranjero con el sueño americano.

- La realidad (y la enseñanza más importante de hoy) de descubrir que sobrar en un sitio no significa ser necesario en otro. Sino entender que el riesgo es doble.

- La realidad de que al perseguir un sueño necesitas tener los pies sobre la tierra.

La película tiene en sí muchas más cosas. Aventuras, una historia de amor, un embarazo a cambio de dinero y diferentes experiencias que quiero que te hagan reflexionar. Si hoy estás aquí, leyendo esto, es porque mi inconformidad con el mundo no es única y primero necesito que lo entiendas y lo aceptes para después poder hacer algo por cambiarlo.

Como te dije todo empezó por Netflix y te quiero dejar el link a la plataforma para que puedas acceder. Supongo que muchos de ustedes no tienen cuenta (incluso la mía no la pago yo) pero no te preocupes, tenemos un mes gratis de cortesía para acceder a todas las películas.

De esto se trata tu educación sentimental porque estás hecho de los pequeños momentos que se quedaron grabados en tu memoria.


Ahh y me olvidaba, el título es “Perdiendo el norte”.

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