Lo que fue del 2016 y sobre cómo cumplir con la lista de año nuevo

21:00

Nunca he escrito un post como este. Este que es de esos en los que haces un recuento de las cosas que te pasaron en el año. Las que lograste, las que dejaste ir cada mes y nunca cumpliste, las que sin querer ocurrieron y las que olvidaste por completo. Con todo este tema de la escuela de la vida en donde aprendes justamente de todo lo que te pasa, no podría llegar mejor este resumen 2016.


Sería aún mejor que recordara dónde puse la lista de propósitos que hice para este año pero la verdad es que ni recuerdo si la escribí físicamente. Sé que hice una lista, soy fanática de ellas pero posiblemente se quedó en mi cabeza. De todas formas creo tener presente las cosas que hice (obviamente) como las que dejé de hacer.


Creo que para comenzar, una de las cosas que definitivamente hice este año y de la cual me siento muy orgullosa por mí misma, es esto. Es mi blog. Estaba muy emocionada desde el día que compré el dominio que todos los días que le siguieron fueron de mucho trabajo entre escribir los primeros posts, hacer el diseño que (masomenos) quería, jugar con html y llegar a estresarme porque no salía como yo quería. Finalmente lo más grande que tenía que superar era el miedo a mostrar ante los demás lo que hago. Y como siempre me pasa me preocupé más de lo normal y al final terminó estando bien. Unos que me importaban me dieron su apoyo desde el primer día, otros se fueron uniendo con el tiempo y los demás siguieron con sus vidas y me dejaron a mí seguir con la mía. 

Digo que es lo que más orgullosa me pone porque desafié mucho de lo que creía e incluso a mí como persona. Y ya sé que en definitiva hay muuucho que mejorar pero es diferente decir mejorar a decir comenzar.

Es difícil dar el primer paso en cualquier cosa y más cuando se trata de arriesgarte por algo que tiene valor para ti. Decidirme a hacer lo que me apasiona y lo que podría estar haciendo todos los días de mi vida no era algo fácil aún y cuando ahora que lo escribo suena tan sencillo. El problema era digamos, yo. Mi falta de auto confianza, de auto estima y toda la falta de auto algo no me dejaban ver que sí, no iba a ser la primera persona que decidiera abrir un blog y que tampoco era la mejor escribiendo ni que mi contenido iba a cambiar al mundo o que de la noche a la mañana iba a conseguir millones de seguidores y me iba a convertir en toda una celebridad, pero que (y como lo repito en todo lo que escribo) sentía que tenía algo que decir. Algo que a alguien le puede importar. Algo que puede ayudar. Algo que puede no tener ninguno o mucho impacto en las personas que lo lean pero que al final de todo era algo.

Sabía que era una locura y pensar en el qué dirán casi me hace echarme para atrás pero me arriesgué y aunque sí, no fue mucho lo que esperaba si miro lo que realmente hice, (al menos) fue algo.

Este proyecto ha sido sólo aprendizajes desde donde sea que se mire y creo que debo escribirlos para que cuando sienta que debería darme por vencida y botarlo a la basura, los pueda leer en voz alta:

  • Este blog me abrió los ojos y me hizo ver que realmente sí puedes lograr hacer lo que te apasiona pero que necesita de mucho, mucho trabajo duro y algunas horas sin dormir.
  • Que ya estuvo bueno de planear y planear acerca de hacer mil cosas pero no empezar ninguna. Y claro que era una de esas personas. Que tiene la mente ocupada todo el tiempo pensando en las cosas que quiere hacer pero que deja ahí y no se arriesga. Y lamentablemente el blog sufrió de esto por mi culpa. Después de que lo inicié me desvié haciendo planes de lo que quería e imaginando mil cosas dejando de lado lo que debí hacer mi prioridad que era escribir. En definitiva no volveré a cometer ese error en este nuevo año.
  • Escribir y que alguien más me leyera, así les pareciera muy malo o bueno, me dio más confianza en mi y me hizo darme cuenta que si de verdad quiero puedo hacer las cosas. Yo sinceramente no daba un peso por mi (es decir, por este blog) y la sorpresa es que me encuentro con que se me pasan las horas con los ojos cuadrados escribiendo (literalmente) sin parar y logrando que alguien decida gastar su tiempo leyendo lo que me sale de la mente.
  • También aprendí que cuando no se me da la gana no hago nada y busco diez mil excusas para no enfrentarme a algo que requiere un esfuerzo por mi parte. Me dejo vencer por la pereza o el cansancio y muchas veces (más de las que me gustaría aceptar) tomé el camino fácil de hacer nada. 
  • Afortunadamente la persona que tengo a mi lado me hizo darme cuenta que eso en verdad, no es lo mío. Que sí, puede ser la salida para escapar pero que no me funciona porque sencillamente no soy así. No puedo. Y cuando pensé en dejar el blog, él me lo dijo. Eso sería tomar el camino fácil lo que me convertiría en alguien diferente a quien soy ahora. Conclusión: Sí soy rara y diferente y Dios me creó así. Debo dejar de luchar contra la corriente y ponerme a trabajar.
  • Y para no extenderme más con todas las cosas que el tener un proyecto personal me ha dejado, debo decir que me desafió como persona y todo lo que yo creía conocer de la vida y de cómo se supone que debes vivirla. Estoy haciendo lo que me gusta y a mi manera. Eso siempre será suficiente.


Decidí hacer algo. Que puede mejorar y que no es perfecto desde ya es verdad pero lo que esto me enseñó es a tomar riesgos. Algo de lo que este año tuve bastante...

Entre las personas que conocí debo decir que para mí (alguien muy poco activa socialmente) superé cualquier expectativa. Este era mi segundo año de universidad y yo no pasaba de una única amiga por la cual moría cada vez que no iba a estudiar. A falta precisamente de ella y porque Dios te tiene que poner en una situación "incómoda" para que te decidas a salir de tu zona de confort y hacer algo, empecé a hablar con más gente. Gente que eran mis compañeros y que empezaron a cambiar la perspectiva que tenían de mí porque en definitiva no me conocían. Eso de hablar e interactuar con los demás no se me da mal pero no le hago buena cara cuando me toca. El caso es que ya tenía con quién estar y hasta hacía planes para salir de vez en cuando y sentir que encajaba con lo que estaba pasando.

Dentro de esas personas con las que me volví más cercana hubo una que sin quererlo (y es la absoluta verdad) hizo mi año y me regaló momentos inolvidables. Sí, se trata de mi novio. Y no. No voy a comenzar a dar detalles de nuestra relación ni voy a ponerme cursi porque como todas las historias de amor son sólo de dos. Lo que sí me cabe decir es que no importan los planes o propósitos que hayas hecho cuando aparece alguien que no esperabas y que le da un giro completo a tu vida. He aprendido muchas cosas nuevas y me ha enseñado tantas otras que creí que ya sabía. Que alguien te mire a los ojos y sea capaz de definirte y de darte las respuestas que tienes en las narices pero que no encuentras, es algo que vale la pena escribir. 

Entendí que porque te hayan hecho daño no significa que siempre va a ser así como tampoco significa que todas las personas que lleguen a tu vida quieran solamente eso. Debo decir que aprendí a volver a creer cuando la verdad es que ya no quería.


Pero como todo en esta vida no es color de rosa, debo decir que así como llegaron personas hubo otras que se fueron. Y claro que eso no es bueno. No creo que sea hora de empezar a juzgar si debí haber hecho las cosas mejor o de una forma diferente. Lo que pudo haber pasado nunca ocurrió y es mejor que recordemos lo que sí sucedió.

Cuando pienso concretamente en esas personas que digo que se fueron, no es que me hayan dado la espalda y literalmente se fueran corriendo hacia otro lado. Puede que al día de hoy ni se hayan dado cuenta. Tuvo que haber alguien que sí pero no todos. A lo que me refieron es que hubo personas de las que me despedí. Y vuelvo a decir, no es literal. Simplemente me di cuenta que no estaba bien tenerlas cerca porque las conocí bien o porque no era para que estuvieran en mi vida por siempre. Y está bien, puedo vivir con eso.

Creo que vamos creciendo y nuestro carácter se va formando de todas las cosas buenas y malas que nos pasan. Y de estas malas, aprendí mucho. Vale la pena que lo escriba y lo cuente aquí. Y sé que parte de nosotros se queda en las personas que pasamos a medida que vivimos así que me quedo con la satisfacción de haber aportado algo en cada vida que he tenido cerca.


Es la única manera en la que dejar ir personas de mi vida está bien visto.

Tengo que darle gracias a Dios porque otra de las cosas que sucedieron este año fue celebrar todos los cumpleaños de mi familia. Y con esto quiero decir que todos mis seres queridos estuvieron conmigo en un año que no fue el mejor ni el más espectacular pero que estuvo lleno de momentos especiales, de mucha vida, de buena salud y de logros que se cumplieron por todas partes.

Yo creo que independientemente de los propósitos o no que hayamos cumplido, lo que deberíamos hacer es mirar hacia atrás y darnos cuenta de qué fue lo que pasó. Pero conscientemente. Darnos cuenta. Porque a veces el tiempo se nos pasa buscando algo más y nos perdemos la oportunidad de disfrutar el recorrido. Que no se nos pase la vida buscando una mejor. 

Y porque creo que ya estuvo bueno de hablar de lo pasado quiero pensar algunos planes para este 2017 que llega con toda.


Antes quiero decir que aunque soy fanática por las listas (literalmente las hago por todo) lo ideal de ellas es cumplirlas y como bien sé que el 99% de las personas no cumplen con la de año nuevo, quiero proponerte algo y es el método que he decidido poner a prueba para que por fin pueda tachar de a uno los planes que tengo y que al final del año cuando vuelva a escribir este post tenga la lista completa.

Mi "súper" secreto consiste en empezar en el año que terminas lo que quieres cumplir en año nuevo. Sí, ya sé que no es algo espectacular pero todo depende de la perspectiva. 


Es más una cuestión sicológica, según yo. Se trata de trabajar en los últimos días del año cuando ya todo el mundo se inspira y se siente con ganas de lograrlo todo para canalizar esa energía en hacer las cosas que quieres conseguir el otro año. Es en estos días cuando estamos más dispuestos y cuando tenemos que empezar. Y no tiene que ser ley pero es muy poco probable que lo que no inicies antes de terminar este 2016 lo logres cumplir en año nuevo.

Se trata de algo así como asegurar que lo vas a cumplir. Y me coloco de ejemplo. Antes de terminar este año (literalmente hace un par de días) inicié los trámites de mi licencia de conducción. Muy tarde para algunos pero sí, hasta ahora lo hice. Mi plan para 2017 es aprender a conducir y más que eso (porque quiero poder tachar algo concreto de mi lista) es lograr conducir un día completo el carro sin que mi papá o alguien más esté a mi lado "por si acaso".

Así, masomenos. Son dos pasos muy fáciles para lograr cumplir con todo eso que estemos soñando hacer el próximo año: Primero, empieza antes de que se acabe este año y hazlo de tal forma que practicamente te obligue a terminarlo y segundo, piensa en una acción concreta que dependa al 100% de ti. No más de "ser mejor en x cosa" o "hacer más de tal otra", estamos hablando de algo muy concreto (entre más mejor) y que dependa solamente de ti lograr esa acción. Para aprender a conducir, claro que necesito a mi papá y a todos los que quieran ayudarme pero para lograr ganarme la confianza de ellos y poder conducir sola por un día completo, dependo exclusivamente de lo que yo decida hacer. Así al final del año no tendrás excusas ni a nadie que culpar sino a ti mismo.

En cuestiones de listas y propósitos yo voy más de lo arcaico y me funciona mejor el lápiz y el papel. No sé si tú seas igual pero por si no, sea donde sea, hazme el favor de escribir algo. Cualquier cosa. Y deja suficiente espacio porque con seguridad, a medida que vayas cumpliendo, vas a ir poniendo cosas nuevas. Si en este momento lo único seguro que tienes y que depende sólo de ti es empezar el nuevo semestre o seguir en el equipo de fútbol pues que sea lo que empiece esa lista. Busca algo concreto que quieras lograr y escribe. No lo dejes en la memoria. El puro ejercicio de anotarlo y verlo de lejos hará que busques la manera de llegar a ello sin tener en cuenta las excusas que se quedaron en tu mente.

Decide desde hoy que este año va a ser diferente. 


Que puede ser un año excepcional sólo si tu lo quieres y haces algo para que así sea. Que te van a ocurrir cosas realmente malas y que vas a llorar y que vas a sentir que el mundo se acaba y quisieras que fuera así. Pero no. Continúa. Será un año en el que logres cosas y en el que aprenderás muchas otras. Un año en el que llegarán personas a tu vida. Un año en el que otras se irán. Un año para que sigas intentando ser feliz pero esta vez entendiendo que la felicidad no es un lugar al cual llegar sino una decisión con la que vivir.

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