¿Por qué quieres devolver el tiempo?

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No puedes seguir creyendo que lo que los demás quieren de ti es lo que tú tienes que dar.


La modernidad, la globalización y el capitalismo (entre muchos otros factores) nos han metido en la cabeza que todos tenemos una media naranja. Me parece que antes de hacer tal afirmación deberían mostrar los derechos de autor de todo el gremio de cítricos donde aceptan formar parte de lo absurdo del “romance” del siglo XXI y ser su imagen publicitaria.


Dicen que es el amor lo que mueve al mundo
pero somos tan ignorantes que confundimos amor con pasión, con posesión o con alguien más.

El amor que mueve al mundo es el amor propio.

El amor que mueve al mundo no es el sentimiento. Son las acciones sin esperar reciprocidad.

El amor que mueve al mundo son los animales y la naturaleza y lo que hacemos por estos que no tienen voz.

El amor que mueve al mundo es como la fe que mueve montañas. No la vemos y muy pocos creemos en ella pero aun así, ahí está.

Lo de hoy en día no es amor. Es seguridad. Es tener la certeza de saber que voy a tener a alguien a mi lado cuando envejezca (no entendemos que desde que nacemos estamos envejeciendo). El cuento de hadas convertido en realidad solo que esta vez, el príncipe azul no es tan príncipe y mucho menos azul. Hollywood queriendo meternos en la cabeza que todos estamos destinados a encontrar al amor de nuestras vidas. Que todo lo que tenemos que hacer es esperar. Y la ridiculez de crear la necesidad de emparejar y que se convierta este en nuestro estado natural.

Es un error pensar que vas a pasar el resto de tu vida con una sola persona.
Y no puedes medir tu éxito en la sociedad de acuerdo a si tienes o no un anillo en tu dedo.

Películas románticas con finales felices que te hacen ponerte en los zapatos de la protagonista y anhelar el día del “vivieron felices por siempre” sin caer en cuenta que esos finales no existen. Mucho menos los felices porque si es de considerar está la muerte y no es considerada (en la mayoría de países) como un acto de festejo.

Así que no lloremos que estamos “solos”.

No envidiemos al que tiene pareja.

El hombre está diseñado para vivir en sociedad pero sin cumplir condiciones.
Si estás “solo”, tranquilo, estás como Dios te trajo al mundo. Porque sí. Llegaste solo. El hombre no puede ir en contra de su naturaleza. No estás mejor ni peor que nadie. Estás vivo y concéntrate en ser hoy una mejor versión de lo que fuiste ayer.

Deja de pasarte la vida buscando a alguien que puede ni exista. No necesitas algo que nunca has tenido.

Deja de hacer las cosas por alguien más.


Deja de esperar.


Deja de pensar en querer regresar el tiempo y haber hecho las cosas diferentes. Porque entonces hoy sería diferente. Convéncete de que si volviera a suceder pasaría exactamente lo mismo que la primera vez porque era, es y siempre será, lo único que podía haber sucedido.

Entonces anímate al saber que cada cosa es lo que tenía que pasar y que, sin premeditación, sigues las huellas de alguien que ya escribió esta historia para ti. No puedes equivocarte.

Es por eso que cada vez que decimos que queremos cambiar, que queremos hacer algo diferente a lo mismo que hemos venido haciendo siempre es porque ese arrebato de cambio ya estaba premeditado en tu vida. Así que no es que elijas ir por un camino diferente, es que teniendo el mismo camino eliges recorrerlo diferente.

Ahora, incontables veces has deseado tener la oportunidad de vivirlo todo de nuevo pero más que para enmendar errores (que es en lo que todo el mundo piensa) sería para volver a disfrutar de cada momento con la conciencia de saber que son únicos. Que no se van a repetir y darles la importancia que merecen a los que se convertirán en recuerdos.

No me gustaría de pronto, hacer algo que olvidé o por algún motivo dejé de hacer. No. Yo volvería a vivir toda mi vida de nuevo sólo que esta vez con una sonrisa más grande.

Pero digamos que podemos vivir con la idea de que esto nunca pasará y que aunque no podemos cambiar el pasado, sí podemos hacer algo con respecto al futuro.
No siendo de esas personas que usan esta frase cliché y nunca la aplican y siguen lamentándose día a día del mañana que se vuelve ayer.

Realmente toma conciencia de que la vida se te pasa, con tu consentimiento o sin darte cuenta. De que hoy puede ser tu último día. Así que lo que quieras hacer, hazlo ya. No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy. Ninguno de nosotros tiene la vida comprada. Nadie te asegura que ese mañana llegue.

No te ilusiones buscando algo extraordinario. Algo fuera de serie. Sé tú mismo y enorgullécete de serlo. Es lo más extraordinario que puedes esperar.

Y no des por sentado nunca nada.
Porque “nada” es precisamente eso de lo que puedes estar seguro. Todo puede cambiar. Tú puedes cambiar.

No asegures que tu mamá sabe que la amas. Díselo. Ni que aprecias a tus amigos. Demuéstralo. Ni que estás agradecido por tu vida. Vívela.


Eres suficiente. 


No hace falta más de ti ni sobra. Eres importante. Llegaste hasta aquí. No te engañes ni permitas que nadie te diga lo contrario.

Buscamos respuestas en el mundo cuando es el mundo quien necesita preguntar por nosotros. Tuitéalo!

Llegó la hora de que me cuentes!

Siempre dejamos cosas pendientes. Quisiéramos volver atrás y hacer las cosas diferentes pero entonces tiene que existir un motivo. Y tú,

¿Por qué quieres devolver el tiempo?

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